Las condiciones de visita a la cueva de La Peña, las disputas por su control administrativo durante años, la dejadez en su gestión, la incuria de los visitantes y la sobreexplotación turística generaron gravísimos problemas de conservación, que llevaron a su cierre en 1979. Tras quince años de clausura, y después de haber recuperado precariamente las condiciones ambientales adecuadas, La Peña reabrió al público, en condiciones de visita mucho más severas que las que ilustra esta imagen, tomada en el año 1951