El Sidrón

«El arte parietal de El Sidrón se encuentran al final de una galería angosta, apartada y, ortodoxamente, el comienzo del dispositivo está señalado por un signo» (Javier Fortea, 2009)

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Signos pintados en rojo y trazos grabados en la cueva de El Sidrón. © Javier Fortea. Principado de Asturias, Consejería de Cultura
Signos pintados en rojo y trazos grabados en la cueva e El Sidrón. © Javier Fortea. Principado de Asturias, Consejería de Cultura

LA CUEVA DE EL SIDRÓN, ubicada en la localidad de Borines (Piloña), viene siendo objeto de importantes investigaciones desde el año 2000, en el marco de distintos convenios que la Consejería de Cultura del Principado de Asturias ha establecido con la Universidad de Oviedo y a través del programa Severo Ochoa para la formación en investigación y docencia.

En los últimos años un destacado equipo multidisciplinar coordinado por Javier Fortea (1946-2009), y en la actualidad por Marco de la Rasilla, ha desarrollado la investigación en diferentes áreas: arqueología, geología, paleoantropología, paleogenética y cronometría.

Las excavaciones arqueológicas se han practicado en distintas zonas del complejo kárstico. La principal es la “galería del osario”, donde aparecen la mayor parte de restos humanos, y donde se documentan más de 300 piezas líticas de adscripción musteriense. Los estudios geológicos han permitido certificar que los restos están en posición secundaria, desplazados desde el exterior a causa de un evento tormentoso a través de una chimenea subvertical, en la actualidad taponada por un relleno de arcillas.

Dentro del campo de la antropología se han recuperado más de dos mil restos que se corresponden a huesos de todo el esqueleto de un número mínimo de doce individuos: seis adultos, tres adolescentes, dos juveniles y un infantil. Se ha podido determinar la existencia de marcas de descarnamiento que apuntarían a la antropofagia. El análisis paleopatológico de algunos restos ponen de manifiesto un importante estrés nutricional.

Desde 2004 comienza un procedimiento para la obtención de ADN mitocondrial de los restos fósiles de El Sidrón, dentro del proyecto internacional Genoma Neandertal, dirigido por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania).

Los estudios radiométricos han aplicado distintos métodos de datación que nos acercan a edades en torno a los 50.000 años BP.

Aunque la notoriedad de la cueva está determinada por estos hallazgos, en la actualidad está incluida en el inventario de cuevas con arte rupestre tras la documentación de una galería con pinturas rupestres, en color rojo, y abundantes marcas grabadas. La tipología vulvar de algunas representaciones, junto con el aprovechamiento que se hace de la pared, recuerda composiciones rupestres paleolíticas, por lo que en la actualidad un equipo de investigación se encuentra catalogando, reproduciendo y analizando este interesante conjunto, cuya cronología podría, según algunos investigadores, remontarse a los inicios del Paleolítico superior.

 

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F. J. Fortea (2011). «La Galería de las Pinturas». En M. de la Rasilla (coord.): La cueva de El Sidrón (Borines, Piloña, Asturias). Investigación interdisciplinar de un grupo neandertal. Oviedo: Trabe, Gobierno del Principado de Asturias, p. 189-191.

M. de la Rasilla et. al. (2014). «La cueva de El Sidrón (Piloña). Campañas de excavación e investigación 2007-2012». En Excavaciones Arqueológicas en Asturias 2007-2012, 7, p. 69-85.

E. Duarte et al. (2019). «Las grafías parietales rojas de la Galería de las Pinturas de la cueva de El Sidrón (Piloña, Asturias)». En Gabriel García y Virginia Barciela (Coords.): Sociedades prehistóricas y manifestaciones artísticas. Publicaciones INAPH, Colección Petracos, p. 31-42.

Arte rupestre paleolítico en Asturias