Caballo grabado en la cueva de El Pindal. La imagen muestra el detalle de la cabeza, en perfil derecho. Se aprecia de manera rotunda el ojo, la boca y el ollar. Finos trazos lineales conforman la barba, mientras que se aprovecha una grieta natural para marcar la línea frontonasal. Los grabados de El Pindal acusan un fuerte naturalismo, con especial detalle en algunos rasgos anatómicos, especialmente ojos, cornamentas y cascos o pezuñas, expresando convencionalismos propios del magdaleniense.