Son numerosos los signos representados en el Buxu que se ajustan a este morfotipo. En su totalidad aparecen grabados, conformando formas geométricas cuadrangulares compartimentadas interiormente por líneas horizontales, y rodeados perimetralmente por trazos verticales, formando una especie de fleco. Mal llamados «tectiformes», por cuanto los signos tectiformes responden a una morfología precisa alejada de las representaciones de El Buxu, se han querido relacionar con representaciones geométricas representadas en Tito Bustillo, buscando relaciones de territorialidad a partir de estos símbolos, que se erigirían como marcadores propios de una zona geográfica determinada, en concreto la cuenca del río Sella. En realidad, salvo en su forma geométrica, son difícilmente relacionables con los signos aludidos de Tito Bustillo. Por otro lado, si la relación parte únicamente de la forma cuadrangular y de la compartimentación interior, encontraríamos afinidades y relaciones no solo con muchas cuevas de la zona cantábrica, sino con cuevas decoradas francesas mucho más lejanas.