Nuevas evidencias de la presencia del reno en la Península Ibérica durante el Pleistoceno

«El reno, especie adaptada a climas fríos y espacios abiertos, ocupó buena parte de Europa en durante el Pleistoceno Medio y Superior»

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© Miguel de Guzmán. Principado de Asturias, Consejería de Cultura
Reno (detalle) del Panel Principal de Tito Bustillo. © Miguel de Guzmán. Principado de Asturias, Consejería de Cultura

SE ACABA DE PUBLICAR en la revista Boreas un estudio liderado por Asier Gómez-Olivencia, del Museo Nacional de Historia de París, que plantea una revisión cronológica y arqueopaleontológica de la presencia de los renos más meridionales de Europa en la Península Ibérica durante el Pleistoceno. Dicha revisión está relacionada con el hallazgo de un importante número de restos de Rangifer tarandus inéditos procedentes de yacimientos de Vizcaya, entre los que se encuentran los hallados en Arlanpe (Lemona), datados al final del Pleistoceno Medio. El reno, especie adaptada a climas fríos y espacios abiertos, ocupó buena parte de Europa en durante el Pleistoceno Medio y Superior, y a diferencia de otras especies como el mamut o el rinoceronte lanudo, apenas penetra en la Península Ibérica, estando restringida su presencia al norte de Cataluña y la cornisa cantábrica.

Tal y como explica Joseba Ríos, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana y firmante del artículo, la distribución geográfica no coincide con las representaciones de reno en el arte paleolítico, que tanto en su vertiente rupestre como en manifestaciones de arte mueble muestra una distribución más amplia y que abarca a la Meseta Norte, lo que podría reflejar procesos de comunicación cultural y relaciones y contactos a larga distancia entre los grupos humanos del Paleolítico superior.

Reno grabado en La Covaciella. © Javier Fortea, Principado de Asturias, Consejería de Cultura
Reno grabado en La Covaciella. © Javier Fortea, Principado de Asturias, Consejería de Cultura

En Asturias la presencia del reno en las manifestaciones parietales paleolíticas está constatada en cuevas como El Pindal, Llonín, Tito Bustillo y La Covaciella, todas ellas ubicadas en la zona oriental de Asturias, aunque la reciente revisión del arte paleolítico de la cueva de La Peña, en San Román de Candamo, permitiría identificar una figura de reno en el área central asturiana. Respecto al arte mobiliar, contamos con representaciones en piezas procedentes de Las Caldas  y de La Viña.

Por contra, los restos de  Rangifer tarandus en yacimientos de la región son escasos, estando documentada su presencia en cuevas como Cueto La Mina, La Riera o Tito Bustillo, en el área oriental de la región, y La Paloma y Las Caldas en la cuenca media del Nalón.

Reno vareto representado en la cueva de Llonín. © L. G. Straus, Principado de Asturias, Consejería de Cultura
Reno vareto representado en la cueva de Llonín. © L. G. Straus, Principado de Asturias, Consejería de Cultura

En este estudio titulado “New evidence for the presence of reindeer (Rangifer tarandus) on the Iberian Peninsula in the Pleistocene: an archaeopalaeontological and chronological reassessment” también han participado investigadores como Diego Gárate, del Museo Arqueológico de Bizkaia e investigador vinculado al Centre de Recherche et d’Etudes de l’art Préhistorique Emile Cartaihac, o Diego Álvarez-Lao, paleontólogo del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo.

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­Fuente: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana

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